Hay situaciones en el mundo de los ordenadores que, a los que no somos informáticos ni expertos, se nos escapan y no somos capaces de resolver. En esas ocasiones lo mejor es contactar con alguien que sepa más que nosotros y nos pueda ayudar a solventar esa situación. Si además pudiéramos hacerlo con las menores molestias posibles, sería ideal.