¿Os imagináis hoy en día la vida sin la web? Parece imposible en todos los ámbitos y, por supuesto, también en el educativo. Pues eso que te parece imposible y que te hace la vida más fácil, sólo lleva entre nosotros 30 años.
Si pensamos en todo lo que se ha recorrido desde entonces, es una barbaridad. Hace 20 años nos conectábamos a la World Wide Web con módems que hacían un ruido escandaloso al establecer la conexión y cuando esta resultaba exitosa, que no siempre, conseguíamos velocidades de "vértigo": 14,4 o 28,8 o 56 kilobits por segundo (kbps) en el mejor de los casos. Para hacernos una idea, ahora una banda ancha de fibra, se conecta como mínimo a 100 Mbps, es decir, a 100.000 kbps.
Con las siguientes palabras Tim Berners-Lee presentaba la idea: “Supongamos que toda la información almacenada en cualquier ordenador puede estar vinculada. Supongamos que puedo programar mi ordenador para crear un espacio en el que cualquier cosa pueda estar vinculada a cualquier otra”. Como podemos comprobar 30 años después, su discurso fue premonitorio.
Hay que aclarar que, aunque generalmente se utilicen como sinónimos, en realidad Internet y web no son lo mismo. El nacimiento de Internet se remonta a 1929 como un proyecto del Departamento de Defensa estadounidense, ARPANET. A grandes rasgos, podría decirse que la web es la herramienta para acceder a la información que hay en Internet.
La primera página disponible en la WWW fue, precisamente, una dedicada a este proyecto y estaba alojada en el ordenador personal del científico británico (un NeXT). Curiosamente aún se puede visitar en este enlace.
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